Tras siete años de reclusión en Reino Unido, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, regresó a su tierra natal, Australia.
Assange aterrizó en el aeropuerto de Sydney en un avión privado que, según algunos medios, fue el mismo que utilizó la cantante Taylor Swift para viajar al Super Bowl en febrero de este año.
La llegada de Assange a su país marca un nuevo capítulo en su larga batalla legal. En 2019, fue arrestado en la embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado durante siete años para evitar su extradición a Estados Unidos.
Estados Unidos lo acusa de 17 cargos de espionaje y conspiración por la publicación de miles de documentos clasificados que revelaron presuntos crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno estadounidense.
Assange siempre ha negado los cargos en su contra y ha argumentado que su trabajo como periodista era de interés público.
Tras un largo proceso judicial, en junio de 2022, la justicia del Reino Unido aprobó su extradición a Estados Unidos.
Sin embargo, en enero de 2023, la Corte Suprema del Reino Unido bloqueó la extradición, argumentando que Assange podría sufrir un deterioro mental grave si era encarcelado en Estados Unidos.
En abril de 2024, las autoridades estadounidenses llegaron a un acuerdo con Assange.
El fundador de WikiLeaks se declaró culpable de un delito menor de piratería informática y aceptó una condena de 62 meses de prisión. Sin embargo, solo cumplirá cinco meses en una cárcel de baja seguridad del Reino Unido. El resto de la pena quedará suspendida bajo vigilancia.
El regreso de Assange a Australia ha sido recibido con reacciones mixtas. Algunos lo ven como un héroe que luchó por la libertad de expresión, mientras que otros lo consideran un criminal que puso en riesgo la seguridad nacional.
Sin duda, el caso de Julian Assange ha sido uno de los más controvertidos de la última década. El regreso a su país es un acontecimiento histórico que tendrá un impacto significativo en el debate sobre la libertad de expresión, transparencia y la seguridad nacional.
